• Una buena señal es sacar herreritas pequeñas en el rebalaje , antes de que se haga de noche, eso nos indica que la zona tiene comida y que los peces estan activos.Esas herreritas daran paso seguramente  a algunos bandos de mayor talla, y con ellas a alguna lubina que se aporvechara de la situación, así que atentos al máximo , que la noche promete...

Si pretende utilizar peces vivos como cebo de pesca pruebe este truco para conservarlos: cuando se compren los vivos, se guardan en una bolsa grande llena de agua hasta la mitad. Al llegar al lugar de pesca, llenar un recipiente grande de agua del lugar e introducir dentro la bolsa con los vivos sin abrirla. Pasados unos 15 minutos, abrir la bolsa y echar los vivos en el recipiente. Cada media hora deberemos vaciar el recipiente hasta la mitad y rellenarlo con el agua del lugar de pesca. Haciendo esto, evitamos que los vivos sufran un cambio brusco de temperatura al usarlos como cebo, lo que puede provocar que muchos se mueran enseguida. Al cambiar el agua cada media hora, conseguimos que la temperatura del agua del recipiente siga siendo la misma que la del lugar de pesca y que el agua tenga más oxígeno y posea todos los microorganismos que el pez vivo se va a encontrar cuando lo usemos como cebo.

Un error bastante habitual en la pesca a fondo consiste en lanzar y dejar el sedal flojo. El hilo no debe jamás ahuecarse sobre la superficie del mar por dos razones fundamentales: 
     1. en caso de picada no detectaremos movimientos en la puntera de la caña.
     2. porque el pez tendrá la oportunidad de esconderse entre las rocas de donde con toda probabilidad nos será imposible sacarlo. Por esta misma razón tras la picada la recogida del sedal ha de ser constante, manteniendo la línea tensa. 

Como norma general evite los días ventosos para pescar, ya que los cambios en la climatología serán más imprevistos y es un inconveniente a la hora de obtener capturas, puesto que en los lances desviará la trayectoria de la línea y es posible que las vibraciones en la línea no atraigan al pez hacia el cebo.

Procure evitar riesgos innecesarios e imprudencias. Empiece a pescar en zonas fáciles y accesibles como los puertos o las playas hasta que adquiera práctica, pero recuerde que aquí los bañistas y embarcaciones tienen preferencia. 
     Cuando decida ir a zonas menos transitadas (como acantilados) vaya siempre acompañado o dejando aviso de a dónde se dirige. 

Para evitar que la sal corroa las partes vitales de su carrete después de la pesca, lávelo con agua dulce.
 Y no olvide aflojar la resistencia de la bobina al guardar el carrete.

Los pescadores que suelen frecuentar una zona, utilizan un termómetro atado a un hilo y comprueban la temperatura a diferentes niveles de profundidad, así saben si los peces estarán inmóviles, enterrados en el fondo, activos, etc. Para comprar un termómetro a buen precio, los puede encontrar en cualquier establecimiento donde vendan accesorios para acuario.

Una norma básica será protegerlos lo máximo del deterioro ocasionado por la salobridad del mar. Para ello es necesario limpiar todas las partes metálicas de las cañas, de los carretes, anillas, anzuelos, y demás accesorios empleados, con agua dulce corriente y después proceder a su secado y en su caso, engrase.

La hora del día influye mucho en el tipo de piezas. Al alba y al atardecer es un buen momento para cazar lubinas. En el norte cuando sube la marea se produce un aumento vertiginoso del numero de piezas que desaparecen cuando esta baja. Por lo general los peces van en la dirección de la corriente. Zonas de rompiente con el viento acechando, son ideales para realizar esperas.